Varias veces hemos escapado de la ciudad para dejar nuestros demonios atrás aunque sea por unos días, hasta que después de varios viajes y gloriosos intentos fallidos nos dimos cuenta que La Paz empieza desde el fondo de uno mismo, corrigiendo y disminuyendo la disonancia cognitiva, cuadrando nuestros actos con los pensamientos y los valores que algún día nos enseñó mamá, cuando te importa más estar bien contigo mismo sobrio que estar bien contigo mismo drogado hasta el huevo.
Hemos escapado a la playa, a las montañas, a otros países, he,os manejado por horas solos en carreteras largas sin curvas, monótonas como las de los United States, hartos de la música de siempre y ahora navegando en la radio en busca de cualquier compás que refrescase el alma, hemos manejado también horas y horas de curva camino a Vallarta atravesando mascota por la libre, con luz en los ojos, una sonrisa ansiosa, cerveza en mano y droga en el organismo, con la imagen de un atardecer soleado en la playa y paz, nada más. Siempre en busca de nosotros, en donde carajo nos dejamos tirados? Que hasta ahora me he vuelto a encontrar?
Hemos volado a España, Francia, Italia, República Checa, al paraíso solo para mojarnos tantito los labios con la champaña de dios y seguir en busca de motivación para ingresar al mundo corporativo y regresar por más de aquel oasis de vida, del que nos enseñaron que sin dinero no se bebe.
Hemos deambulado horas y horas por calles cercanas y otras muy lejanas, en otros continentes, bares, casas, trabajos, lugares sin nombre, en busca del futuro, de claridad, de cómo llevar el pan a la mesa y vivir mejor, estar bien. Ser mejores, siempre.
Hicimos caso omiso a los consejos anti adicciones de la escuela, de nuestros padres, nos rompimos la madre una y otra vez en el mismo escalón del que aún no podemos salir solo para darnos cuenta que es necesario rompérnosla un par de veces más para poder, querer, salir. Yo ya tengo un pie afuera y el otro casi lo alcanza.
Buscamos siempre en el lugar equivocado, cosa necesaria, para por lo menos darnos cuenta que ahí las respuestas no están, que loca y necia generación regresando siempre al mismo bar a ponerse más perdido que las respuestas que busca.
Me pregunto en donde está Dios del Fuego Néctar de las flores y qué está haciendo en este momento, la última vez que lo vi estaba afligido por un amor tóxico, fue el primero del grupo en dejar las drogas duras a un lado , en alcanzar cierto grado de clarividencia en la vida y el amor gracias al yoga, cosa que no le duró mucho cuando vino una mujer a poner a prueba lo aprendido y me di cuenta que lo aprendido le entró por una oreja y le salió por la otra a la hora de la verdad, uno puede saber mucho pero si no lo aplica está destinado a ser un pendejo y no digo que Dios del Fuego lo sea, lo que pasa es que sus emociones son tan grandes que le suben del corazón a los ojos y lo cegan aún cuando el panorama es claro y las acciones que tomar simples pero cuando uno está dentro de la batalla no tiene la visión de quienes monte arriba la presencian y por eso siempre a los que no hacen nada se les hace fácil abrir la boca.
El amor es simple cuando no estás "enamorado", que en realidad no siento que la gente se enamora sinceramente a estas alturas de 2017, puedo observar cómo muchas personas andan por ahí mendigando amor, viendo con quien estar sólo para no estar solos. Porque cuando de verdad estás enamorado si quieres ver a una persona la buscas, pero no te aferras a la idea de a fuerza encontrarla y tenerla a tu lado, porque el amor es respetar la libertad del otro y puede que dentro de su libre albedrío esa persona decida no ser encontrada.
El amor es dejar ser, aceptar, querer ayudar si a una persona se le ve mal, esta persona puede rechazar tu ayuda pero si en verdad te importa la vas a seguir ayudando de manera indirecta, de otras formas o a través de otras personas, y tal vez algún día esa persona se de cuenta de todo lo que hiciste por ella y empiece a amarte igual, pero tal vez no, y esa es la carísima apuesta del amor, gastas tiempo, energía, dinero que igual jamás serán reconocidos por el beneficiado, el chiste está en no esperar nada a cambio, eso es el amor.
Llevaba mucho tiempo sin hablar con Dios del fuego Nectar de las flores, no respondía mis llamadas ni mensajes, yo sólo quería saber cómo estaba, con el tiempo me fui hartando y el motivo de mis llamadas se redujeron a sólo mi pantalón de mezclilla que ocupaba para ir al trabajo pues sólo tengo 2 y no siempre tengo tiempo de lavar, ese 3ero hizo la diferencia cuando lo conseguí de vuelta la noche que lo vi. Esa noche platicamos de absolutamente todo y me dijo cosas que en nuestros años de amistad me había dicho, se abrió el corazón y lo dejó salir, él tiene un corazón enorme, carga con muchas cosas ahí dentro. Nuestra comunicación se reanudó y la semana siguiente fuimos a jugar futbol, él es bastante grande y tosco, no muy hábil con el balón, echar reta nos cayó de maravilla. Es el escape que he tomado últimamente, me gusta ir a jugar futbol, especialmente como portero cuando estoy estresado del trabajo y la vida, me gusta respirar el aire y sentir el partido, que el sol se ponga mientras jugamos y sólo eso existe en ese momento, ya necesitaba un escape que no fuera una droga.
No he vuelto a hablar con Dios del fuego desde ese día, creo que su atención es más demandada por su novia psicótica que días anteriores y por eso le apretaron la correa, o tal vez él se la aprieta solo, o más bien es un juego de 2 porque el activo manda y el pasivo sede como en toda relación donde solo uno es el que manda.
No recuerdo con exactitud de lo que escapábamos la primera vez que nos fuimos a la playa sin nuestros padres en escuadrón con Alacrán y Hansen, a los 17, esa noche a dios del fuego le pesaba la existencia y lo único que le hacía falta era salir de la ciudad manejar en cualquier dirección y poner la mente en el camino y no en su situación, me ha pasado, a todos nos ha pasado, acordamos ir a la playa y nos fuimos en el derby de alacrán mítico surfer del asfalto vencido en el caracol de san Miguel de Allende unos meses después de haber regresado de incontables viajes en las carreteras más curvas del bajío y la Costa, aftereados y hasta la madre de borrachos y tachas.